EL CINE: ARTE O INDUSTRIA

El éxito del cine es una cuestión muy interesante, está íntimamente unido al acto de sociabilizar, divertir y culturizar inherente al ser humano. La curiosidad, cargada de cinefilia en muchos casos, alimenta un manantial de experiencias sensoriales ilimitadas. Bien es cierto que la vista y el oído son los más activos, pero igualmente intervienen el resto de sentidos mientras imaginamos el viento en nuestras mejillas al sobrevolar África de la mano de Robert Redford, sentimos el calor del incendio en Manderley, saboreamos los espaguetis a la raqueta de tenis de aquel pequeño y muy transitado apartamento, descubrimos la ingravidez en la elipsis más larga de la historia, nos asfixia el hedor de la raíz de taninos extraída para la semilla de Mia Farrow y la mordida sanguinolenta de Gary Oldman, entre kilómetros y kilómetros de celuloide. Es casi mágico y fetichista querer conservar en nuestra retina la satisfacción visual de la proyección. Películas que recordamos días, semanas, años, que forman parte de nuestra vida y hacemos nuestras, imágenes vívidas e inmortales que se apoderan de nosotros con un atractivo oscuro y que nos permiten destacar la presencia de un genio creador, un semidiós al que admiramos y rendimos tributo fielmente en cada nueva obra concebida.
EL CINE COMO INDUSTRIA
La industria cinematográfica, como tal, tuvo su origen en EE.UU. y fue aquí donde desarrolló su concepto más empresarial y productivo. Es importante destacar que, al contrario que en muchas otras formas de arte, en el cine son vitales las funciones de producción, distribución y exhibición, que determinan el sentido empresarial e industrial de la obra cinematográfica.
Tras su nacimiento, en la proyección que hicieron los hermanos Lumière el 28 de diciembre de 1895, el cine se fue extendiendo en principio como un arte industrial al servicio mercantil, hasta que adquirió el estatus de producto cultural. La compañía que produjo los primeros filmes de David Wark Griffith y de Mack Sennett fue la Biograph. La Kalem Company se estableció posteriormente, en 1907, y destacó por la utilización de escenarios naturales en los lugares de la acción, por usar actores no profesionales y por una estética realista y veraz. La Essanay Company se formó también en 1907 y se especializó en westerns y comedias, creando los cortos de la primera época de Chaplin y Max Linder.
En 1908, Edison creó el trust Motion Pictures Patents Company ( MPPC ) que supuso el monopolio en la explotación de las películas. Entre las principales compañías ( Biograph, Vitagraph, Essanay, Kalem, Lubin, Selig, Kleine, Pathé, Méliès y, por supuesto, su fundador, Edison ) llegaron a un acuerdo en el que MPPC controlaría todo el proceso productivo y se originó la General Films Company, dedicada a la exhibición.
Todo ello llevó a la fundación de las grandes compañías productoras que siguen vigentes en la actualidad y que decidieron emigrar hacia California para evitar la situación conflictiva con los trust y porque allí tenían mejores condiciones climatológicas, lo que favorecía la producción por el incremento en horas de sol y la posibilidad de rodar en escenarios naturales. Es en este momento en el que se construyó Hollywood y Sentenciado por el Tribunal supremo, el MPPC fue disuelto legalmente en 1917.
Entre 1917 y 1927 se desarrolló la edad dorada en Hollywood por la búsqueda de nuevos sistemas de producción y exhibición, hecho que derivó en el predominio mundial monopolizador del cine estadounidense. A nivel de producción, se rodaban largometrajes con estrellas que tuvieran más tirada, también se dividía la producción en películas de serie A, con grandes actores de teatro, serie B con estrellas de cine y serie C, que constituían el resto. A partir de la implantación del sonoro, la industria de Hollywood quedó dividida en ocho grandes productoras o majors : Metro Goldwyn Mayer, Paramount, Warner Bros, RKO, Fox, United Artist, Columbia y Universal.
Durante la Segunda Guerra Mundial, hiceron una serie de documentales de propaganda llamados ‘Why We Fight’. Las grandes productoras crearon un cine de propaganda bélica para el que trabajaron los más importantes directores de la época, como Howard Hawks y Billy Wilder. Para acabar con esta corriente crítica, se creó en 1947 la Comisión de Actividades Antiamericanas en lo que se llamó la " caza de brujas ". Esta situación trajo consigo un éxodo de directores, guionistas, actores y muchos otros profesionales hacia Europa y México. Mankiewicz, Otto Preminger, Nicholas Ray, Billy Wilder, Humphrey Bogart, Lauren Bacall, James Dean, Montgomery Clift, Marilyn Monroe y Ava Gardner, entre otros. Directores que procedían de la realización de programas de televisión en directo y se caracterizaban por una enorme admiración al neorrealismo italiano y a la nouvelle vague francesa, definidos por su preocupación por la realidad y la simplificación técnica, las reglas del Actors Studio y su preferencia por los espacios naturales.
La influencia de la televisión no solamente se dio en los directores, sino también en la nueva forma de explotar las películas de Hollywood para acrecentar su difusión. Surgieron las superproducciones, películas con elevados presupuestos, gran cantidad de efectos especiales para asombrar a un espectador que ya lo había visto todo, actores con un gran tirón en taquilla, temáticas repetitivas por su espectacularidad, pero rentables, catastrofistas e ilusorias, que pretendían alienar a las masas para poder rentabilizar sus desmedidas inversiones y asegurar las secuelas en un ejercicio constante de reventar las salas a cualquier precio. Directores de otros países iban a trabajar a Hollywood porque resultaban un filón para los espectadores, como sucedió con David Cronenberg, Stephen Frears, Ridley Scott y Milos Forman.
EL CINE COMO ARTE
Una obra cinematográfica se compone de diversas influencias, tanto en su contenido como en su forma. La fotografía, al igual que la dirección artística son herederas de la pintura y el montaje podríamos compararlo con la arquitectura, en base, y con la escultura en el acabado de la materia. Todo ello conforma una amalgama sensorial, capaz de conectar íntimamente con el espectador y transportarle a lugares conocidos o a innumerables parajes por conocer. Aquí, la creatividad está íntimamente presente en cada plano y en cada palabra que compone el bien llamado séptimo arte. Los espectadores buscan la sencillez o la complejidad de un cine más humano, sin artificios, más creíble o más sensato con el que poder identificarse o encontrar su lado más creativo y artístico.
Tuvo su origen sobre 1910 en Munich y se desarrolló en el cine durante la posguerra. Influido por filósofos como Nietzsche y dramaturgos como Ibsen, apareció como una reacción estética al naturalismo y el impresionismo. Su obra cumbre fue ‘El gabinete del doctor Caligari’, dirigida por Robert Wiene en 1920.
En Rusia, nació una síntesis entre la vida y el cinematógrafo como arte autónomo, conocida como la escuela soviética. Las figuras más relevantes fueron Eisenstein, Dziga Vertov y Pudovkin. Posteriormente, personalidades como Walt Disney y Alfred Hitchcock, se vieron influenciados por este movimiento. En esta época destacaron autores como Roberto Rossellini, Vittorio de Sica y Federico Fellini.
La noción de " cine de autor " vino de la mano de una revista francesa llamada Cahiers du cinéma, donde pronto se empezó a nombrar al realizador/director de las películas como el verdadero autor de las mismas, siempre y cuando dejara una impronta personal en sus creaciones. Con ello, cada película habría que estudiarla a partir del conocimiento de la trayectoria personal del artista, como fue el caso de Ingmar Bergman o Luis Buñuel.
El "nuevo cine americano" surgió en los años 50 como alternativa a las grandes majors de Hollywood, su conjunto de tendencias experimentales, vanguardistas e independientes se concentraron en Nueva York. Fundamentalmente destacaron dos movimientos : la Escuela de Nueva York, con un sentido social del documentalismo de los años treinta con el rodaje en exteriores, presupuestos bajos, realidad marginal relacionada con el neorrealismo italiano, donde destacó ante todo John Cassavetes ; y el Underground, cuyos antecedentes pictóricos se encuentran en la vanguardia y sus películas experimentales, sin limitaciones formales, temáticas o comerciales, usando nuevos canales de distribución y exhibición, en torno a la estética de Andy Warhol con la combinación de formatos, sonidos, montaje, movimientos de cámara, colores, géneros, grafismos, etc. en una especie de collage audiovisual.
Dentro del cine contemporáneo, podríamos destacar autores tan diversos como Wong Kar Wai, Darren Aronofski, Lars von Trier, entre muchísimos otros. Autores que intentan despegarse de la industria hollywoodiense que los mutila y atrapa a partes iguales.
ARTE E INDUSTRIA
El cine es una industria muy importante, en la que se mueven grandes cantidades de dinero, se vende un prototipo que abastece productoras y da trabajo a miles de personas, pero está tan íntimamente ligado con el arte, que por esto mismo adquiere el grado del movimiento artístico por excelencia del siglo XX. Por supuesto no todo cine es arte, como todo arte no está dentro de una gran industria que domine la imaginación. Hay infinitas combinaciones en las que los cineastas y el público pueden experimentar la necesidad de ilusión que este fenómeno idealista nos impregna. Cabría la posibilidad de reflexionar acerca de si lo minoritario, alternativo o incomprendido es arte y despreciar al resto a nivel de industria, pues no es tan sencillo. Existen casos en los que la varita mágica de la creatividad ha tocado grandes inversiones industriales del nivel de séptimo arte. Toda película concebida con libertad supone una victoria contra el contagio de conformismo que nos invade.
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